Estructuras Terciaria y Cuaternaria
La estructura terciaria es donde la cosa se pone realmente interesante. Aquí es donde los radicales R de los aminoácidos interactúan entre sí, dando estabilidad y determinando la función biológica de la proteína.
Hay varios tipos de enlaces que mantienen esta estructura: interacciones electrostáticas entre cargas opuestas, puentes de hidrógeno, puentes disulfuro (enlaces covalentes muy fuertes entre cisteínas) e interacciones hidrofóbicas que hacen que las partes "que odian el agua" se escondan en el interior.
La conformación puede ser globular (compacta y esférica, perfecta para proteínas con función dinámica) o fibrosa (alargada e insoluble, ideal para funciones estructurales). La estructura cuaternaria aparece cuando varias cadenas polipeptídicas se juntan para formar una proteína funcional.
Las proteínas tienen múltiples funciones: reserva energética, estructural, transporte (como la hemoglobina), defensiva (inmunoglobulinas), enzimática, regulación del pH, hormonal y contráctil.
¡Impresionante! Una sola proteína puede tener hasta cuatro niveles estructurales diferentes, cada uno construido sobre el anterior.