Contaminación del agua
Lamentablemente, estamos ensuciando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede limpiarla. La contaminación urbana viene de nuestras casas: detergentes, heces y orina que sobrecargan ríos y lagos de materia orgánica.
La agricultura y ganadería aportan su granito de arena negativo con abonos industriales, plaguicidas y estiércol que se filtran hasta los acuíferos. Los animales de granja producen montañas de residuos orgánicos.
La industria es quizás la peor: vierte ácidos, metales pesados, plásticos y químicos tóxicos que se acumulan en los tejidos de los seres vivos. Al final, todo llega hasta nosotros.
En los océanos, los microplásticos entran en las redes tróficas, y los vertidos de petróleo crean manchas que matan la vida marina. La eutrofización hace que las algas cubran la superficie impidiendo que entre luz al fondo.
💡 Actúa: Cada producto químico que no uses en casa es un contaminante menos en el agua.