Tejidos de Soporte y Transporte
El tejido adiposo no solo almacena grasa, sino que te protege del frío. El adiposo blanco (predominante en adultos) guarda energía, mientras que el pardo (abundante en bebés) genera calor gracias a sus múltiples mitocondrias.
El tejido cartilaginoso proporciona flexibilidad sin romperse. El cartílago hialino cubre tus articulaciones, el elástico forma tu oreja, y el fibrocartílago resiste la presión en los discos intervertebrales. Los condrocitos mantienen esta matriz firme pero flexible.
El tejido óseo combina dureza y ligereza gracias a su matriz mineralizada con sales de calcio y fosfato. Los osteoblastos construyen hueso nuevo, los osteocitos lo mantienen, y los osteoclastos lo remodelan constantemente.
Tu tejido sanguíneo es un tejido líquido súper eficiente. Los eritrocitos transportan oxígeno, los leucocitos te defienden de infecciones, y las plaquetas detienen las hemorragias coagulando la sangre.
¡Increíble! Tus huesos se renuevan completamente cada 7-10 años gracias al trabajo conjunto de osteoblastos y osteoclastos.