Los lípidos son biomoléculas orgánicas heterogéneas formadas por carbono, hidrógeno y oxígeno, y a menudo también contienen nitrógeno, fósforo y azufre. Son insolubles en agua pero solubles en disolventes orgánicos apolares. Físicamente, son untuosos al tacto, como la mantequilla. Tienen diversas funciones, entre las cuales se incluyen las estructurales, energéticas, vitamínicas y hormonales, dependiendo de la estructura de los ácidos grasos que los componen.
Tipos de lípidos
Dentro de los lípidos, se pueden distinguir varios tipos, como los ácidos grasos, los triacilglicéridos, los fosfolípidos, los esteroides, los terpenos, los eicosanoides, las ceras y los esfingolípidos. Estos lípidos se clasifican en saponificables e insaponificables, según su capacidad de reaccionar con una base fuerte para formar jabones.
Propiedades físicas y químicas de los lípidos
Los lípidos presentan propiedades físicas y químicas únicas, como su capacidad anfipática, que les permite formar bicapas o liposomas en agua, su punto de fusión variable dependiendo de la cantidad de enlaces dobles en los ácidos grasos, y su empaquetamiento debido a las fuerzas de Van der Waals entre las cadenas de carbono.
Funciones de los lípidos
Los lípidos cumplen cinco funciones principales en los organismos. Estas son la reserva energética, estructural, aislante, de protección y de amortiguación. Además, algunos lípidos desempeñan funciones específicas, como las hormonales y las reguladoras.
Ejemplos y funciones de los lípidos
Algunos ejemplos de lípidos y sus funciones incluyen los ácidos grasos, que pueden ser saturados o insaturados y se encuentran en alimentos como aceites vegetales (insaturados) y mantecas (saturados), los triacilglicéridos, que actúan como reserva energética en forma de adipocitos y vacuolas, los fosfolípidos, que forman parte de las membranas celulares, y los esteroides, que son precursores de vitaminas y hormonas.
Alimentos ricos en lípidos
Los lípidos se encuentran en una amplia variedad de alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Algunos ejemplos de alimentos ricos en lípidos son los aceites vegetales, la mantequilla, los frutos secos, las semillas, el aguacate y el pescado. Estos alimentos proporcionan los ácidos grasos esenciales y otras formas de lípidos necesarias para el buen funcionamiento del organismo.