Arte Califal y Legado Arquitectónico
El siglo X marca el apogeo del arte califal en Al-Andalus, especialmente cuando Abd-al-Rahman III se proclama califa en 929. Este período dorado se refleja perfectamente en las innovaciones arquitectónicas de la mezquita.
Los arquitectos desarrollaron un sistema único de doble arquería: arcos de herradura en la parte inferior y arcos de medio punto arriba, unidos por dovelas bicolores de piedra blanca y ladrillo rojo. Esta combinación cromática posiblemente se inspiró en el acueducto de Mérida.
La mezquita fusiona brillantemente influencias orientales, hispanas y bizantinas. Adopta modelos de las mezquitas de Damasco y Jerusalén, reutiliza elementos romanos y visigodos, y incorpora la austeridad decorativa bizantina.
Su influencia se extendió por todo el mundo islámico, desde las mezquitas del norte de África hasta los campanarios mudéjares españoles. Los alminares almohades copiaron directamente el modelo cordobés, demostrando su impacto duradero en la arquitectura islámica.
Para recordar: La mezquita representa el momento cumbre del arte hispano-musulmán, cuando Córdoba rivalizaba con Bagdad y Constantinopla como centro cultural del mundo conocido.