El Coliseo Romano: Estructura y Materiales
¿Te imaginas construir un estadio sin maquinaria moderna? Los romanos lo hicieron y crearon una obra que ha durado casi 2.000 años.
El Coliseo es un edificio de arquitectura civil dedicado al ocio, construido con materiales súper variados pero súper inteligentes. Usaron hormigón para los cimientos y las bóvedas de cañón, travertino para los pilares, y mármol y estuco para que quedara espectacular por fuera. Todo esto lo hicieron con la técnica de aparejo, que básicamente significa encajar las piedras de forma perfecta.
El interior se divide en tres espacios principales: el subterráneo (con galerías, escaleras y hasta ascensores de poleas para subir las fieras), la arena (donde luchaban los gladiadores), y el graderío o cávea (las gradas organizadas en anillos concéntricos donde se sentaba la gente según su clase social).
Por fuera, el Coliseo tiene cuatro niveles súper organizados. Los tres primeros tienen arquerías de medio punto enmarcadas por columnas con órdenes superpuestos: toscano, jónico y corintio. El cuarto nivel, añadido por Domiciano, tiene lesemas (pilastras estrechas) decoradas con hojas de acanto. Incluso tenía un sistema de toldos gigantes para proteger del sol.
💡 Dato curioso: Los espacios triangulares entre los arcos y las columnas se llaman "enjutas" - un término que verás en muchos edificios posteriores.