El Partenón: símbolo de la perfección clásica
El Partenón es probablemente el edificio más famoso de la arquitectura griega y símbolo del período clásico. Construido entre 447-432 a.C. por los arquitectos Ictinos y Calícrates, con esculturas de Fidias, representa la cumbre de la perfección arquitectónica.
Es un templo octástilo períptero de orden dórico, dedicado a la diosa Atenea. Sus proporciones son perfectas: 30,88 x 69,50 metros, con columnas de casi 11 metros de altura construidas en mármol blanco del Pentélico.
Lo más genial son sus efectos ópticos: las columnas se inclinan ligeramente hacia el interior creando sensación de pirámide, tienen éntasis para evitar la ilusión de concavidad, y en las esquinas la distancia entre columnas se reduce para compensar el exceso de luz.
El interior se dividía en pronaos (vestíbulo), naos (donde estaba la estatua crisoelefantina de Atenea de 12 metros) y opistodomos. Las metopas del friso narraban la gigantomaquia, amazonaquia y centauromaquia, convirtiendo el edificio en un libro de piedra.
Simbolismo: El Partenón no era solo un templo, sino un símbolo del poder de Atenas y la democracia griega.