Vocabulario básico de arquitectura griega

El orden arquitectónico es como las reglas del juego en la arquitectura griega: todo tiene que seguir unas proporciones exactas entre las columnas que sostienen y el techo que está encima. Es la diferencia entre un edificio que parece equilibrado y uno que te da la sensación de que algo no encaja.

Los griegos crearon tres órdenes clásicos que aún usamos: dórico (el más sencillo), jónico (con decoraciones en espiral) y corintio (el más ornamentado con hojas). Cada uno tiene sus propias reglas de proporciones, como si fueran diferentes estilos de moda arquitectónica.

La krepis es la plataforma escalonada donde se apoya todo el templo. Se divide en estereóbato (los dos primeros escalones) y estilóbato (el último escalón donde van las columnas). Piénsalo como los cimientos que dan altura y elegancia al edificio.

¡Dato curioso! Los arquitectos actuales siguen usando estos órdenes griegos en edificios como bancos, parlamentos y universidades para dar sensación de solidez y tradición.

Elementos de la columna griega

La columna es el elemento estrella de la arquitectura griega, formada por tres partes principales: basa, fuste y capitel. Es como el cuerpo humano: tiene pies (basa), cuerpo (fuste) y cabeza (capitel).

La basa es la base que separa la columna del suelo, con molduras decorativas llamadas toro (convexa, como una dona) y escocia (cóncava, como un canal). El fuste es la parte cilíndrica central que a veces se construye con tambores (bloques cilíndricos apilados) cuando no es de una sola pieza.

Los griegos eran geniales con los trucos visuales: la éntasis es un ligero abultamiento en el centro del fuste para que no parezca cóncava a la vista. Sin este truco, las columnas largas parecerían más delgadas en el centro por efectos ópticos.

Consejo de estudio: Memoriza que la columna tiene tres partes $basa-fuste-capitel$ y piensa en una persona de pie para recordar el orden.

Capitel y entablamento

Las estrías son esas acanaladuras verticales que ves en las columnas, como si alguien hubiera pasado sus dedos por arcilla húmeda. El capitel es la parte más decorativa, con elementos como el collarino (moldura que separa), el equino (moldura convexa) y el ábaco (pieza cuadrada superior).

En el orden jónico aparecen las famosas volutas, esas espirales que parecen caracolas y que hacen que estas columnas sean fácilmente reconocibles. Es como la firma distintiva del estilo jónico.

El entablamento es toda la estructura horizontal que va encima de las columnas, formado por tres niveles: arquitrabe (el de abajo, que descansa directamente sobre las columnas), friso (el del medio, normalmente decorado) y cornisa (el de arriba, que sobresale).

En el friso dórico encontramos la alternancia de triglifos (tres bandas verticales) y metopas (espacios cuadrados entre triglifos, a menudo decorados con relieves).

Truco visual: El entablamento es como un sándwich de tres capas: arquitrabe, friso y cornisa, siempre en ese orden de abajo hacia arriba.

Elementos decorativos y remates

El frontón es ese triángulo que corona la fachada de los templos griegos, como un sombrero triangular gigante que completa todo el conjunto arquitectónico. Las acróteras son elementos ornamentales que van en las esquinas del frontón, como pequeñas palmetas que añaden elegancia.

Cada orden arquitectónico tiene sus características distintivas. El orden dórico es el más sobrio: sin basa, con estrías de arista viva y capitel sencillo. Su friso alterna metopas y triglifos de manera rítmica.

El orden jónico es más refinado: tiene basa con molduras, estrías de bordes suaves y esas volutas características en el capitel. Su arquitrabe se divide en tres bandas horizontales y el friso suele ser corrido y decorado.

El orden corintio es el más lujoso: igual que el jónico pero con un capitel espectacular decorado con hojas de acanto y pequeñas volutas en las esquinas (caulículos).

Para recordar: Dórico = sencillo, Jónico = volutas, Corintio = hojas de acanto. Del más simple al más decorado.

Partes del templo griego

Los templos griegos se dividen en tres espacios principales con funciones específicas. El pronaos es como el hall de entrada, un vestíbulo con columnas que prepara para lo que viene después.

La naos o cella es el corazón del templo, la sala principal donde se guardaba la estatua del dios. Es rectangular y aquí es donde realmente "vivía" la divinidad a la que estaba dedicado el templo.

El opistodomos está en la parte trasera y funciona como una caja fuerte: aquí guardaban el tesoro del templo y los objetos sagrados. No se comunica con la naos, así que tenía acceso independiente para mayor seguridad.

Los tholos son templos circulares rodeados de columnas con cubierta cónica, menos comunes pero muy elegantes. Es como la versión "redonda" del templo tradicional.

Dato interesante: La cella era tan sagrada que solo podían entrar los sacerdotes; la gente común adoraba desde fuera del templo.

Espacios urbanos y teatros griegos

La acrópolis era como el "barrio alto" de las ciudades griegas, la zona elevada y fortificada donde estaban los edificios más importantes. La de Atenas es la más famosa y aún puedes visitarla hoy.

Los propíleos eran entradas monumentales súper impresionantes que te preparaban psicológicamente para entrar en un espacio sagrado. Como cuando entras a un estadio moderno y te quedas boquiabierto.

El ágora era el centro de la vida social, política y comercial, el equivalente a nuestras plazas principales. Aquí la gente se reunía, compraba, vendía y discutía los asuntos de la ciudad.

El teatro griego es una maravilla de ingeniería acústica construido en las laderas de las colinas. Tiene tres partes: cávea (graderío para espectadores), orchestra (espacio circular del coro) y skene (escena rectangular para actores).

¡Increíble pero cierto! En algunos teatros griegos todavía puedes susurrar desde el escenario y escucharse perfectamente en las últimas filas.

Escultura griega: formas y técnicas

Los kourós y koré son las primeras esculturas griegas que muestran figuras humanas completas. Los kourós representan atletas jóvenes desnudos con esa sonrisa típica arcaica, mientras las koré son muchachas vestidas, a menudo sacerdotisas.

El canon griego buscaba las proporciones perfectas del cuerpo humano basándose en medidas matemáticas. Es como tener una fórmula para crear la belleza ideal, algo que obsesionó a los artistas durante siglos.

La técnica de paños mojados es un truco escultórico genial: esculpían las telas como si estuvieran empapadas y pegadas al cuerpo, dejando adivinar las formas sin mostrarlas directamente. Muy sensual y elegante.

El contraposto rompe la rigidez arcaica: una parte del cuerpo está en tensión mientras la opuesta descansa. La curva praxiteliana lleva esto al extremo, con el peso apoyado en una cadera creando una curva muy sensual.

Las cariátides son figuras femeninas que funcionan como columnas. Las más famosas están en el Erecteion de la acrópolis ateniense.

Consejo: Si ves una escultura rígida y frontal, es arcaica. Si tiene movimiento y curvas naturales, es clásica o helenística.