Escultura Romana: Realismo y Propaganda
La escultura romana mezcló la belleza griega con el realismo etrusco, especialmente en los retratos funerarios. Los patricios romanos tenían la costumbre de conservar mascarillas de cera de sus antepasados muertos, que luego se hicieron de mármol o bronce para que duraran más.
Los relieves decoraban monumentos conmemorativos con increíble detalle (minuciosidad), creando sensación de profundidad mediante perspectiva y usando diferentes posturas para dar ritmo compositivo. Todo en mármol, por supuesto.
Los retratos evolucionaron mucho: empezaron siendo súper realistas, se idealizaron durante el Imperio para hacer propaganda, y acabaron siendo geométricos y frontales en el Bajo Imperio. El Augusto de Prima Porta muestra proporción perfecta y contraposto, mientras que el retrato ecuestre de Marco Aurelio lo presenta como filósofo sereno, no como militar.
Curiosidad: Las mascarillas funerarias romanas eran tan realistas que conservaban hasta las arrugas y defectos del difunto.