La Relieve peninsular español características representa una compleja formación geológica que se ha desarrollado a lo largo de millones de años. El territorio español presenta una diversidad única de paisajes y estructuras geológicas, desde las elevadas cordilleras hasta las extensas mesetas y depresiones.
La Evolución geológica de la Península Ibérica comenzó durante la era Paleozoica, cuando se formó el Macizo Hespérico, que constituye la base de la península. Durante el Mesozoico, importantes movimientos tectónicos dieron lugar a la formación de los sistemas montañosos principales, como los Pirineos y la Cordillera Bética. Las Unidades morfoestructurales de España se pueden clasificar en cinco grandes conjuntos: el Macizo Ibérico, las cordilleras alpinas, las depresiones terciarias, las cordilleras intermedias y los relieves costeros.
El relieve actual de España se caracteriza por su elevada altitud media (660 metros), siendo el segundo país más montañoso de Europa después de Suiza. La Meseta Central, que ocupa aproximadamente el 40% del territorio, está rodeada por sistemas montañosos como el Sistema Central y los Montes de Toledo. Las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, formadas durante el Terciario, constituyen importantes unidades geográficas que han condicionado el desarrollo histórico y económico del país. Los procesos erosivos y la actividad humana han modificado continuamente este paisaje, creando una rica variedad de formas de relieve que incluyen valles fluviales, cañones, páramos y campiñas.