La crisis del imperio romano y su división marcó el fin de la antigüedad, culminando con la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. Este período transformó profundamente la estructura social y económica del mundo antiguo.
• La división del Imperio Romano en 395 d.C. entre Oriente y Occidente estableció las bases para el surgimiento del Imperio Bizantino
• Las características del fin de la antigüedad incluyeron una economía autosuficiente, la aparición de colonos y siervos, y un sistema de protección feudal
• El Imperio Bizantino alcanzó su apogeo bajo Justiniano, enfrentando posteriormente la crisis iconoclasta y conflictos religiosos significativos
• El Imperio Carolingio emergió como potencia occidental, estableciendo nuevas estructuras administrativas y culturales
• El surgimiento del Islam en el siglo VII transformó el panorama político y religioso del Mediterráneo