La filosofía occidental tiene sus raíces más profundas en la antigua Grecia, donde surgió como una forma revolucionaria de entender el mundo. El origen de la filosofía en Grecia marca un momento crucial en la historia del pensamiento humano, cuando los primeros pensadores comenzaron a buscar explicaciones racionales para los fenómenos naturales y la existencia misma.
El paso del mito al logos en la filosofía representa una transformación fundamental en la manera de pensar. Mientras que los mitos explicaban el mundo a través de historias de dioses y héroes, los primeros filósofos buscaban respuestas basadas en la razón y la observación. Los presocráticos y búsqueda del arjé fueron pioneros en este cambio, intentando encontrar el principio fundamental (arjé) que daba origen a todas las cosas. Tales de Mileto propuso el agua, Anaxímenes el aire, y Heráclito el fuego, cada uno buscando explicar el origen del universo desde una perspectiva racional.
Esta nueva forma de pensamiento se caracterizó por el uso de la lógica y la observación sistemática, alejándose de las explicaciones sobrenaturales. Los filósofos presocráticos establecieron las bases del pensamiento científico y filosófico que conocemos hoy. Sus preguntas sobre la naturaleza de la realidad, el cambio, la permanencia y el origen del cosmos siguen siendo relevantes en la actualidad. Este período marcó el nacimiento del pensamiento racional occidental, estableciendo métodos de investigación y reflexión que influirían en todas las generaciones posteriores de pensadores.