La filosofía aristotélica establece que el significado teleológico de la felicidad humana es el fin último del ser humano, alcanzable mediante el desarrollo de virtudes y la vida en sociedad.
• La naturaleza humana se compone de cuerpo y alma, donde los tipos de alma en la antropología filosófica (vegetativa, sensitiva y racional) determinan las capacidades de los seres vivos.
• Las virtudes éticas y su papel en la felicidad son fundamentales, dividiéndose en virtudes éticas para bienes materiales y dianoéticas para la actividad contemplativa.
• La vida en sociedad y la organización política son esenciales para alcanzar la felicidad, culminando en la polis como estructura social ideal.