Los ácidos nucleicos son moléculas fundamentales para la vida que contienen la información genética de todos los seres vivos.
La manipulación de ácidos nucleicos es un proceso esencial que ocurre naturalmente en las células y que también puede realizarse en laboratorio. Este proceso incluye diferentes técnicas que permiten estudiar, modificar y analizar el ADN y ARN. Durante la replicación semiconservativa del ADN, la doble hélice se separa y cada cadena original sirve como molde para crear una nueva cadena complementaria. Este mecanismo asegura que la información genética se copie fielmente durante la división celular, manteniendo la estabilidad del material genético de generación en generación.
La síntesis de proteínas a partir del ARN es otro proceso crucial que demuestra la importancia de los ácidos nucleicos. El ARN mensajero (ARNm) lleva la información desde el ADN en el núcleo hasta el citoplasma, donde los ribosomas leen esta información para producir proteínas específicas. Este proceso, también conocido como traducción, requiere la participación de varios tipos de ARN y numerosas enzimas. Las proteínas resultantes son esenciales para prácticamente todas las funciones celulares, desde la estructura hasta el metabolismo. La precisión en estos procesos es fundamental, ya que cualquier error puede resultar en proteínas defectuosas y potencialmente causar enfermedades. Los científicos han desarrollado diversas técnicas de laboratorio para estudiar y manipular estos procesos, lo que ha permitido grandes avances en campos como la medicina, la biotecnología y la investigación genética.